El presidente ruso, Vladímir Putin, ha obtenido una victoria arrolladora en las elecciones al Kremlin, asegurando su permanencia en el poder hasta 2030 al obtener el 87,5 % de los votos, según el escrutinio del 32 % de los sufragios realizado por la Comisión Electoral Central (CEC). A pesar de los desafíos como la guerra en Ucrania y las sanciones occidentales, Putin ha logrado su mayor triunfo electoral desde su ascenso al poder en 2000.
El proceso electoral estuvo marcado por la ausencia de una oposición significativa, ya que varios candidatos opositores no pudieron presentarse por diversas razones, como defectos formales o apoyar la paz en Ucrania. Esto ha suscitado críticas sobre la falta de competencia política en el país.
Aunque la CEC ha negado irregularidades graves, se han reportado casos de manipulación electoral por parte de expertos independientes y medios de comunicación en el exilio. Sin embargo, la alta participación, que alcanzó aproximadamente el 74 % tres horas antes del cierre de las urnas, refleja el interés y la movilización de los votantes rusos en este proceso electoral histórico.