Al menos 37 gazatíes han muerto en un ataque israelí en una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) que albergaba personas desplazadas en el campo de refugiados de Nusseirat, en el centro de la Franja de Gaza, según han informado fuentes hospitalarias.
La directora de comunicaciones de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos, Juliette Touma, ha informado de que el número de muertos está entre 35 y 45, pero que todavía no puede confirmar el número exacto.
El ataque ha provocado además decenas de heridos que han sido desplazados al hospital Mártires de Al Aqsa, en Deir al Balah, que se encuentra ya al borde del colapso y tiene el triple de pacientes de los que puede atender. « Estaba durmiendo cuando, de repente, me vi cubierto de escombros… Me levanté y empecé a ayudar a la gente », ha dicho un superviviente del ataque. Otros como él, que lograron sobrevivir, empezaron a recuperar cuerpos y a trasladar heridos al hospital.
« Mi hijo me llamó a las 2:30 de la madrugada para decirme que mi otro hijo había muerto. Era el menor de los tres… Mi hijo más querido », ha lamentado una mujer afectada por el ataque.
Israel dice que había milicianos y los palestinos denuncian una « masacre »
Las Fuerzas Armadas israelíes han confirmado el ataque y lo ha justificado asegurando que en la escuela se escondían « entre 20 y 30 terroristas de Hamás y de la Yihad Islámica », algunos de ellos participantes en la incursión del 7 de octubre.
El portavoz del Ejército, Peter Lerner, ha afirmado que la operación se había cancelado en dos ocasiones para limitar las víctimas civiles y que el ataque se dirigió « específicamente » contra tres aulas de la planta superior del edificio. Lerner ha asegurado que es la quinta vez que identifican a milicianos de Hamás y la Yihad escondidos en escuelas de la UNRWA.
El Gobierno de la Franja, sin embargo, ha asegurado que muchas de las víctimas eran civiles refugiados en la escuela y ha calificado el ataque de « horrible masacre » y un « crimen que avergüenza a la humanidad ».
El ataque se produjo sin previo aviso, según la UNRWA
El jefe de la UNRWA, Philippe Lazzarini, ha reprochado que el ataque se haya producido « sin previo aviso ». « La escuela daba refugio a 6.000 desplazados – ha añadido en un mensaje en redes sociales – Las alegaciones de que grupos armados pudieran encontrarse en el interior son impactantes. Sin embargo, no podemos verificarlo ».
Lazzarini ha recordado que la UNRWA comparte las coordenadas de sus instalaciones con el Ejército israelí y el resto de partes del conflicto. « Golpear como objetivos dependencias de la ONU o usarlas para fines militares no puede convertirse en la nueva norma », ha lamentado.
La ONG de derechos humanos israelí B’Tselem ha advertido de que el bombardeo puede constituir un crimen de guerra. Incluso en el caso de Hamas efectivamente usara la escuela para planificar operaciones militares, lo que sería ilegal, eso no justifica el daño « masivo » a civiles.
Israel intensificó este miércoles sus operaciones terrestres y aéreas en el centro de la Franja, y tomó el « control operativo » del campo de refugiados de Bureij y el este de Deir al Balah con ataques que mataron a al menos 75 personas. A la vez continúa sus bombardeos sobre Ráfah, en el sur.
Desde el 7 de octubre, Israel ha matado a más de 36.654 palestinos y 83.309 han resultado heridos, según el Ministerio de Sanidad del enclave. Ese día, Hamás mató a 1.200 personas y secuestró a más de 240, de las que una gran parte fueron liberadas durante una tregua.