La frontera del Tarajal entre Ceuta y Marruecos amaneció en calma tensa tras una noche de cierres intermitentes. Las fuerzas de seguridad marroquíes, desplegadas en las colinas cercanas a Castillejos, se enfrentaron a grupos de jóvenes que intentaban cruzar la frontera. Los agentes marroquíes hicieron uso de gases lacrimógenos para dispersar a los migrantes, algunos de los cuales respondieron con piedras, provocando heridos entre las fuerzas de seguridad.
A pesar de las tensiones, las autoridades marroquíes lograron controlar la situación, evitando una entrada masiva de migrantes y manteniendo la seguridad en la zona fronteriza con refuerzos y patrullas. Las fuerzas marroquíes, con un dispositivo de seguridad sólido, permitieron que la situación se estabilizara al amanecer, garantizando un paso fluido de personas y vehículos en la frontera, aunque con menos tráfico de lo habitual.