El lado marroquí de la frontera del Tarajal con Ceuta y la ciudad cercana de Fnideq (Castillejos) va recuperando la normalidad. Ya no se observan grupos de jóvenes migrantes en los montes y calles, tras los incidentes ocurridos la noche del lunes, cuando un grupo de un centenar de personas lanzó piedras hacia el paso fronterizo.
Según constatamos desde nuestras fuentes de Iberia360, Marruecos mantiene un dispositivo policial reforzado en la frontera, con agentes de la policía, antidisturbios y un camión de agua a presión, marcado por los apedreamientos de los días anteriores. Estos incidentes ocurrieron cuando centenares de personas intentaron cruzar a la ciudad española siguiendo un llamamiento en redes sociales.
En los montes cercanos al paso fronterizo, desde donde los jóvenes lanzaron piedras por la noche contra los agentes, ya no se ven personas, y los cuerpos de seguridad han tomado el control de la zona. Los servicios de limpieza han retirado las piedras y otros objetos, de modo que quienes cruzan por la frontera este martes apenas pueden notar los efectos de los disturbios. “La situación se normaliza”, indicó una fuente de seguridad.
Intentos de cruce
En Fnideq, situada a un kilómetro del paso fronterizo, los comercios han abierto con normalidad este martes, después de los disturbios ocurridos durante las noches del viernes al sábado y del sábado al domingo, en los que hubo enfrentamientos entre las fuerzas del orden y migrantes, resultando heridos tanto jóvenes como agentes.
Este intento de cruce masivo a Ceuta, convocado en redes sociales para el pasado domingo, reunió en Fnideq a cientos de jóvenes, en su mayoría marroquíes, que intentaron saltar la valla o nadar hasta Ceuta.
El amplio despliegue de seguridad marroquí impidió que los migrantes llegaran a territorio español, lo que llevó a persecuciones y detenciones tanto en calles como en montes. Posteriormente, los jóvenes fueron trasladados en autobuses a áreas alejadas del norte de Marruecos.
El último incidente se produjo el lunes alrededor de las 22:00 horas (GMT+1), cuando entre 80 y 100 jóvenes lanzaron piedras desde las colinas cercanas a la frontera. Los agentes marroquíes iniciaron una persecución para detenerlos y presentarlos ante la justicia.