La gala de los premios Oscar se convirtió en un escenario donde el cine brilló con la gloria de la película « Oppenheimer », que se llevó a casa siete codiciadas estatuillas. Sin embargo, el brillo de la noche se vio matizado por las reivindicaciones políticas que resonaron tanto dentro como fuera del Dolby Theater de Los Ángeles. En medio de la celebración del séptimo arte, el conflicto en Gaza se coló en la conversación, recordando que el mundo del entretenimiento no está exento de los problemas del mundo real. Este fenómeno no es ajeno a eventos de esta magnitud, donde las cuestiones políticas y sociales a menudo encuentran un eco entre las luces y las estrellas.