En una conferencia organizada por el sitio de información « Barlamane.com » sobre el tema « La difamación y las causas nacionales justas, de la coacción a la oportunidad », estos intervinientes afirmaron que la lucha contra este fenómeno requiere la adopción de una batería de medidas jurídicas e institucionales, dado que esta lacra perjudica gravemente a los individuos, las instituciones y las causas nacionales justas.
En la apertura de este encuentro, el ministro de Juventud, Cultura y Comunicación, Mohamed Mehdi Bensaid, señaló que el fenómeno la difamación se ha convertido en una problemática mundial, cuyo tratamiento no es sólo responsabilidad de los gobiernos, sino que concierne a las sociedades en su conjunto, señalando que muchos países han adoptado una serie de medidas para hacerle frente.
Señaló que, hoy en día, algunas partes instrumentalizan los avances tecnológicos y las libertades existentes para sus propios fines difundiendo « fake news », e insistió en la necesidad de reforzar el cuerpo periodístico para que pueda proporcionar informaciones fiables y verificadas, y hacer prevalecer los principios de objetividad y credibilidad.
El ministro subrayó también la importancia del trabajo periodístico serio, de la formación y de la formación continua de los profesionales de los medios de comunicación para contrarrestar las « fake news » vehiculadas con el objetivo de perjudicar a las personas y a las instituciones nacionales, señalando que el Gobierno está decidido a trabajar conjuntamente con todos los actores e instituciones de los medios de comunicación para superar ciertas problemáticas relacionadas con la difamación y la extorsión.
El presidente de la Comisión Provisional para la Gestión del Sector de la Prensa y la Edición,Younes Moujahid, señaló, por su parte, que todo el mundo está llamado a afrontar los grandes retos que plantean las « fake news » y las falsedades sobre las causas nacionales justas, con la cuestión de la integridad territorial del Reino a su cabeza.
Subrayó la necesidad de contar con medios de comunicación nacionales fuertes para hacer frente a la propaganda falsa, la difamación y la manipulación de la opinión pública, a la luz del acelerado desarrollo tecnológico y la inteligencia artificial que amenazan a los medios de comunicación tradicionales.
Moujahid subrayó, a este respecto, la importancia de una acción colectiva organizada capaz de hacer frente a los futuros retos en este ámbito, en particular para la industria de la prensa y los medios de comunicación.
A su vez, Lahcen Haddad, profesor en la Universidad Mohammed V de Rabat, consideró que las plataformas de redes sociales han contribuido a importantes cambios sociales y fomentado la creación de un espacio muy abierto a las libertades que ha permitido la aparición de nuevos actores, sosteniendo que el uso irresponsable de estas libertades ha socavado los derechos adquiridos.
Añadió que una de las razones de la propagación de las « fake news » es la aparición de las redes sociales, que ha conducido la consagración de la cultura de la información « instantánea » y el florecimiento del discurso populista que ofrece soluciones fáciles.
En este contexto, llamó a la necesidad de revitalizar el debate político, y de vigilar y asegurar el seguimiento del fenómeno de las « fake news » para contrarrestarlo con mayor eficacia, velando al mismo tiempo por la moralización del trabajo periodístico para restablecer la confianza en los medios de comunicación, y la adopción de las leyes necesarias para luchar contra la difamación y la extorsión.
En el mismo orden de ideas, Karima Sellam, abogada en el Colegio de Abogados de Casablanca, señaló que el fenómeno de la difamación es de urgente actualidad ya que importuna al destinatario por su impacto negativo sobre los ciudadanos, señalando que esta cuestión se ha intensificado a raíz de la revolución digital y la facilidad de acceso « instantáneo » al mundo virtual y a la información.
Destacó la importancia del papel de los medios de comunicación y la necesidad de mejorar el panorama mediático para combatir este fenómeno, que florece en las redes sociales, señalando el papel de los partidos políticos en la orientación y la formación.
Sellam recordó las disposiciones jurídicas previstas en la legislación marroquí para reforzar y mejorar el arsenal jurídico dedicado a la protección de la vida privada de las personas, en particular las disposiciones del Código Penal, que prevé sanciones contra cualquier atentado a la libertad individual.
Otros intervinientes señalaron que las instituciones marroquíes trabajan para frenar este fenómeno, que atenta contra los valores y la esencia misma de la sociedad, subrayando la necesidad de desarrollar el arsenal jurídico para combatir esta lacra.
Señalaron que los medios de comunicación, junto con las instituciones y los partidos políticos, desempeñan un papel central a la hora de orientar a los ciudadanos hacia una información fiable y creíble, estimando que la difamación y la extorsión constituyen una « nueva guerra » contra la conciencia de los pueblos.
Los intervinientes también llamaron a la diversificación, a través de las plataformas de redes sociales, de la oferta de sensibilización disponibles para luchar eficazmente contra las “fake news” y mantener el orden público, y a la institucionalización de la lucha contra la difamación y la extorsión para capitalizar los logros institucionales.
Estimaron que la lucha contra el complejo sistema de la difamación y la extorsión requiere la puesta en marcha de un sistema más elaborado y estructurado, sosteniendo que esta lucha presupone,, para ser eficaz, una simetría a nivel de los formatos (un vídeo contra otro, por ejemplo), así como a nivel de los soportes, de modo que el acto difamatorio difundido en Facebook, por ejemplo, sea combatido en la misma plataforma.
Esta conferencia estuvo marcada por el anuncio de la creación del Observatorio Marroquí de Lucha contra la Difamación y la Extorsión, que se encargará de tratar las cuestiones relacionadas con estos dos fenómenos a escala nacional y de detectar las prácticas destinadas a atentar contra las causas nacionales justas .
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