Este resultado tiene en cuenta, en particular, los cambios anunciados relativos a las subvenciones sobre los precios de los productos básicos, y bajo la hipótesis de una variación limitada a medio plazo de los precios de los productos alimentarios con precios volátiles, subraya BAM en un comunicado sobre la tercera reunión trimestral de 2024 de su Consejo.
Según la misma fuente, la inflación evoluciona a niveles moderados desde principios de año, reflejando principalmente la caída de los precios de los alimentos que tienen precios volátiles y la desaceleración de su componente subyacente. Tras alcanzar el 5,6% en 2023, esta última ronda ahora el 2% y, según las previsiones de BAM, se mantendría cerca de esta tasa durante los próximos ocho trimestres.
El Consejo precisó también que las anticipaciones de inflación, según revela la encuesta trimestral de BAM entre expertos del sector financiero, se han anclado más firmemente. En el tercer trimestre, estas anticipaciones de inflación volvieron a situarse en el 2,2% para el horizonte de 8 trimestres y en el 2,3% para el horizonte de 12 trimestres.
Por otra parte, el Consejo observó que las perspectivas económicas y sociales para las proyecciones macroeconómicas del Banco siguen rodeadas de un elevado nivel de incertidumbre, vinculado a nivel internacional al estancamiento de la guerra en Ucrania, a la escalada del conflicto en Oriente Medio y a las tensiones geopolíticas que acentúan la fragmentación económica, no sin repercusión en el ritmo de actividad y en la evolución de los precios, en particular de la energía.
A escala nacional, la recurrencia de la sequía y el estrés hídrico representan un riesgo importante para la producción agrícola y el crecimiento económico en general. Del mismo modo, la aplicación de las orientaciones establecidas en la Ley de Finanzas de 2025 y las negociaciones en curso en el marco del diálogo social podrían tener un impacto mayor de lo previsto sobre la evolución de la demanda y de los precios.
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