En su reciente comparecencia en el Congreso de los Diputados, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, defendió la política migratoria de España, a la que calificó de “humanitaria y responsable”. En un contexto de creciente debate sobre la migración en Europa y en el país, Sánchez destacó que España se enfrenta a retos demográficos y económicos que requieren una gestión eficaz de los flujos migratorios. Subrayó que acoger a quienes llegan a nuestro país no es solo un deber moral, sino un paso esencial para fortalecer el Estado de Bienestar. Con una población envejecida y una tasa de natalidad en descenso, el presidente insistió en que la migración es una herramienta clave para revitalizar la economía española y asegurar el futuro del país.
Durante su discurso, Sánchez anunció la próxima aprobación de una nueva Ley de Familias, que ampliará los derechos de diferentes configuraciones familiares, incluyendo las familias monoparentales y aquellas encabezadas por migrantes. Esta ley es un reflejo del compromiso del Gobierno por fomentar la inclusión y la igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos. Al abordar la problemática de la despoblación en muchas regiones de España, el presidente resaltó que la migración puede ser una solución efectiva para contrarrestar la pérdida de población en municipios con baja densidad demográfica. En este sentido, afirmó que España tiene la capacidad de integrar de manera efectiva a los nuevos llegados, y que su contribución es crucial para el crecimiento y desarrollo del país.
Además, Sánchez hizo un llamado a la comunidad europea para que asuma una mayor responsabilidad compartida en la gestión de los flujos migratorios, enfatizando la necesidad de una respuesta coordinada y solidaria ante los desafíos comunes. Anunció un plan nacional que se lanzará en las próximas semanas, con el objetivo de promover la convivencia intercultural y la integración de migrantes en la sociedad española. En su intervención, el presidente también recordó el compromiso de España con el desarrollo de los países de origen de los migrantes, señalando que la ayuda al desarrollo en la región del Sahel se ha triplicado y que el presupuesto de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo se ha duplicado. De este modo, Pedro Sánchez busca no solo afrontar los retos inmediatos que plantea la migración, sino también garantizar un futuro sostenible y próspero para España, reafirmando que “los españoles somos hijos de la migración, no seremos padres de la xenofobia”.